Contaminación, industria y educación: el caso del Liceo Municipal Alcalde Jorge Indo en Quilicura
El Liceo Municipal Alcalde Jorge Indo, atiende a estudiantes de alta vulnerabilidad y desde 2025 está bajo la administración del Servicio Local de Educación Pública (SLEP). Su ubicación en una zona industrial plantea constantes desafíos ambientales que impactan el entorno y la calidad de la educación.

El Liceo Alcalde Jorge Indo, inaugurado en 1987 y ubicado en Quilicura (Región Metropolitana), enfrenta desafíos ambientales en 2025 debido a su cercanía a empresas, la autopista Vespucio Norte y fábricas, una de estas es Henkel, presente en el sector desde 1985. Hace un año, esta empresa inauguró un moderno laboratorio de ciencias para los alumnos, reforzando su vínculo con el liceo. A pesar de esto, el constante ruido y el polvo en suspensión obligaron a instalar una malla protectora.
“No sé cuántos años lleva instalada la malla, pero si en algún momento se colocó, fue porque claramente existía un problema real con el polvo y la contaminación en el entorno”, comentó la directora del Liceo Alcalde Jorge Indo, quien prefirió mantener su anonimato.
En 1987 comenzó a funcionar este liceo, el cual se encuentra rodeado por el parque industrial de la comuna. Que durante sus inicios ya contaba con la presencia de industrias y antes de que estas llegaran a la zona de la estación Ferrocarril, ya existía un colegio llamado Luis Cruz Martínez, donde están actualmente las instalaciones del establecimiento.
“Lo que teníamos aquí en Quilicura era un basural, que con el tiempo se transformó en una estación de transferencia. Eso significó que transmitía malos olores” relata la directora.
Con la llegada de cada vez más industrias a la institución, en el año 2022 los apoderados, estudiantes y la Municipalidad de Quilicura le solicitaron al Ministerio del Medio Ambiente que realizara estudios en la zona del liceo, para descartar problemas ambientales.
A raíz de esto, la directora asegura que los resultados entregados al establecimiento fueron favorables, desde entonces no han vuelto a tener problemas relacionados con ese tema.
Sin embargo, la directora destaca que el establecimiento mantiene una buena relación con Henkell, que incluso ha prestado ayuda al liceo. Esta empresa, junto a la ONG Hábitat para la Humanidad Chile, inauguró una remodelación de la sala de ciencias en el establecimiento al inicio del año escolar 2024, beneficiando a más de 200 estudiantes y promoviendo la educación STEM.
“Era algo que no teníamos. No contábamos con un espacio adecuado para esa área. Finalmente, se habilitó una sala y vinieron ingenieros a trabajar directamente en su implementación”, señaló.
Para el período 2025, según la directora, se matricularon 248 estudiantes, una cifra que sigue creciendo en comparación al año pasado, que hubo 100 inscripciones. Esto llama la atención, sobre todo considerando que el establecimiento convive día a día con el ritmo de las industrias que lo rodean.
El costo de alzar la voz contra la contaminación
Debido a este problema, funcionarios y estudiantes se han manifestado por la constante contaminación ambiental y acústica que hay en el lugar. Entre ellas está Lorena Antimán, ex profesora del Liceo Municipal Alcalde Jorge Indo, quien luchó contra la presencia de industrias alrededor del establecimiento y esto le trajo graves consecuencias.

“Estar rodeado de industrias y la falta de preocupación por los estudiantes comenzó a molestarme. Esa incomodidad me llevó a preocuparme. Al hacerlo visible y ocuparme de esto, terminé enfrentando muchos problemas, especialmente con el equipo de gestión”, relata Antimán.
La exfuncionaria cuenta un momento en que el liceo sufrió con el polvo producido por una industria vecina. “Una vez salimos al recreo y notamos que todo estaba lleno de polvo. Resultó que una de las redes había explotado y liberado todo ese material en el aire… Lo más grave es que en ningún momento nos preguntaron cómo nos sentíamos”.
Sin embargo, la contaminación ambiental no es la única en el liceo, sino que también la acústica ya que “la planta de revisión técnica con megáfonos o micrófonos, tanto el día, el auto con la patente, tanto dueño, tanto tanto, o sea, nombre y apellido, favor dirigirse a caja. Todo el día está ese sonido, todo el día, todo el día”, afirma la ex profesora.
La consecuencia grave que le trajo esta manifestación contra la contaminación de la industrias a Lorena Antimán terminó con su salida del Liceo Jorge Alcalde Indo. “Existe una comunidad que prefiere guardar silencio. Yo hice mucho ruido, levanté la voz y al final, tuve que irme del colegio”.